Congreso Automorphic Forms

En matemáticas suele tener más valor formular una pregunta oportuna que la solución correspondiente. Y mejor aun proponer una conjetura, es decir una pregunta acompañada de una posible respuesta. Al matemático canadiense Robert Phelan Langlands le acaba de conceder la Academia Noruega de Ciencias el premio Abel (dotado con 623.000 euros) por una serie de conjeturas que realizó a finales de los años 60.

Estas conjeturas –conocidas como el Programa de Langlands– conectan ciertos objetos dispares en Teoría de Números, formas automorfas y teoría de representaciones. En el corazón del programa se encuentran las correspondencias de Langlands que relacionan las representaciones de los grupos algebraicos con parámetros galoisianos.

Desde que Langlands formulase su programa numerosos matemáticos han trabajado en él. Al menos tres matemaáticos han recibido medallas Fields por probar parte del programa. Otro matemático que recibió el premio Abel en 2016, Andrew Wiles, tuvo que demostrar (con la ayuda de Richard Taylor) un caso del programa de Langlands para deducir el famoso Teorema de Fermat.

En la Universidad de Sevilla se organizó en 2009 una escuela de otoño en torno a dicho programa. Aprovechando que uno de los organizadores de dicha escuela, el profesor Alberto Mínguez (Universidé Pierre et Marie Curie), está visitando este año el Instituto de Matemáticas de la Universidad de Sevilla (IMUS) y el Departamento de Álgebra de la Universidad de Sevilla, el IMUS organiza del 23 al 27 de abril el Congreso “New developments in Automorphic forms” sobre el mismo tema, en el que reunirán expertos en el programa de Langlands de todo el mundo.